El viernes pasado impartà un taller en Valencia sobre la TecnoCreatividad, un término muy nuevo que está comenzando a sonar. La verdad es que fue muy curioso porque la invitación para darlo vino a través de The College of Everything, una escuela tecnocreativa (que viene del mundo creativo), y yo dirijo Digital Noise, una agencia tecnocreativa (que viene del mundo tecnológico) centrada en el desarrollo de aplicaciones sociales e I+D+i, y de la que os hablaré dentro de poco. Juntos generamos una buena convocatoria, un buen ambiente y creo que un buen contenido, por lo menos práctico, y la gente salió con fuerzas de querer indagar en este fascinante mundo que aúna la tecnologÃa con la creatividad.

Fue un curso privado (¡que se repetirá seguro!) y además de cuatro horas de duración, por lo que no voy a poder compartirlo pero sà despuntar algunos pequeños detalles (muchos de ellos fueron publicados por Twitter) del taller.
Tecnocreatividad. Después de darle muchas vueltas y viendo que no habÃa nada claro en la Red, saqué mi propia definición de este término, basado en mi experiencia: es el conocimiento de la realidad tecnológica con el objetivo de reinventar su uso de forma creativa. ¿El fin? Puede ser aplicarlo a la sociedad, al marketing o a la medicina. Lo importante es ese conocimiento, esa inquietud, y la capacidad de juntar las piezas del puzzle para conseguir un efecto «WOW».
Cross Media. La tecnocreatividad tiene sentido en el cross media. Para explicar este concepto me fui a la Web 2.0. Si la Web 2.0 es la tecnologÃa y el social media el concepto, el cloud computing es la tecnologÃa y el cross-media el concepto. La idea es tener una aplicación que independientemente de la plataforma, cuente con información actualizada y esté operativa. Un ejemplo es Evernote. Da igual lo que hagas y donde lo hagas (escritorio, iPhone, web, android…) siempre está disponible. Esto es el cross-media.
Internet de las cosas. A raÃz del término anterior surgieron elementos básico de la tecnocreatividad: APIs (interconexión), Big Data, Descentralización, Web semántica… Lo que nos derivó al Internet de las cosas. Este término tan poético como antiguo (data de 1999) hace referencia a la conexión de objetos cotidianos con Internet. ¿El objetivo? Funcionar como recolectores de información del mundo fÃsico, digitalizando esa información y volcándola en la Red para múltiples usos. Os pongo tres ejemplos para que lo entendáis:
Twine (proyecto que salió de Kickstarter)
Talking trees
Tweeting fridge
El taller fue muy práctico, centrado en este perfil, en formas de trabajo, en cómo estructurar proyectos, cómo fomentar la tecnocreatividad, cómo involucrarla y sacarle un mayor partido. SerÃa profundizar mucho pero hay dos término que me gustarÃa nombrar:
Coolhunting. Los tecnocreativos son personas que tienen que estar antes del tipping point. Deben estar por delante de la Early Majority, siendo Early Adopters o incluso Innovators. Esta ventaja es lo que permite ser creadores de ideas innovadoras e incluso de nuevas tecnologÃas.
Motivación. Basándome en mi perfil, en mi experiencia, un aspecto importante de los tecnocreativos es la motivación, los incentivos. Es importante saber cómo potenciarlo en el ámbito laboral, cómo generarlos y mantenerlos. Por eso expuse el problema de la vela (Candle Problem) y el estudio sobre motivación que décadas después se harÃa del mismo, concluyendo que «el dinero bloquea la creatividad». Una reflexión muy importante que podéis ver en la ponencia del TED de Daniel Pink.
Espero que por lo menos os haya abierto la curiosidad sobre este fascinante mundo de la TecnoCreatividad. En breve, más 🙂
Muy grande David, una charla inspiradora y muy buen rollo, se agradece! : D Tengo una lista enorme de enlaces que probar y estudiar!
Que lastima no haber podido ir, diantres :/
Muy enriquecedora, David, gracias por compartir conocimiento!