Warning: Use of undefined constant user_level - assumed 'user_level' (this will throw an Error in a future version of PHP) in /home/customer/www/pisitoenmadrid.com/public_html/blog/wp-content/plugins/ultimate_ga_1.6.0.php on line 524

Entre los días 28 y 30 de junio asistimos, Dulce y yo, al Evento Nomaders que tenía lugar en el Parque Nacional Cabañeros. Poco sabía de este fascinante y polifacético Parque antes de pisar sus amplias extensiones (42.000 hectáreas) salvo algo sobre un campo de tiro y que se confunde con otro parque de nombre similar. Nada más lejos de la realidad. Cabañeros es sin duda un Parque Nacional que no tiene nada que envidiar, en cuanto a atractivo natural, al los trece restantes y lo comprobaremos a lo largo del post.

Amanece y siente

El lema de Cabañeros es «Amanece y siente» y en ese fin de semana lo seguimos al pie de la letra. Nuestros anfitriones fueron Nacho, Mariano, Dionisio y José Angel; quiénes tocaron diana antes de las seis para ver amanecer en La Raña, llamada también el «Serengueti español» por su similitud con el paisaje africano. La noche anterior nos habíamos reunido todos y nos habían contado todos los detalles del viaje y datos sobre Cabañeros, desde que era el tercer Parque Nacional por extensión en España hasta que su nombramiento como Parque Nacional había sido en 1995.

Acto seguimos, y sabiendo que íbamos a tener que madrugar mucho, empezamos a degustar la fantástica gastronomía del lugar, siendo el plato más típico las migas, en el Hotel Parque Cabañeros. Se trata de un hotel muy lindo y con un servicio fantástico. Entre bromas y risas nos recogimos a nuestras habitaciones dispuestos a afrontar el día salvaje que nos esperaba.

La Raña, el Serengeti español

Habiendo desayunado un buffet ligero, porque a media mañana tocaría comer migas de pastor para aguantar el día tan potente que nos esperaba, nos acercamos a La Raña. En este fantástico lugar se pueden divisar ciervos, liebres y todo tipo de aves, desde cigüeñas hasta buitres aleonados pasando por águilas reales. Algo que me sorprendió es lo avanzado que estaba, «interneteramente» hablando, algunas actividades del parque. Por ejemplo, el año pasado contaban con una cámara para poder ver la actividad del nido de una de las águilas reales en streaming.

Nos montamos en un autobús 4×4 donde Juan, un conductor experimentado y gran contador de historias, nos dio un paseo por toda La Raña, hablando sobre su fauna y la flora. Aunque nos comentó que no habíamos madrugado lo suficiente y que no era la mejor época, tuvimos suerte y vimos una infinidad de animales.

Una de las anécdotas del viaje fue «el momento colmena». Paramos a bastantes metros donde unos apicultores estaban recogiendo la miel del diferentes panales, un espectáculo muy impactante. Aunque estábamos lejos, se colaron dos abejas enfurecidas dentro del autobús y se pusieron a revolotear por todos lados. Entre el desconcierto, una se posó en el cuello de Antonio y le picó. Rápidamente se le puso pomada y todo acabó en un susto. Lástima que finalmente se fuera la marca de guerra, ¿no Antonio? 🙂

Un lugar de contrastes

De lo más árido del «Serengueti español» pasamos a un inundado embalse de Abraham donde tocaba una paseo en canoa. Ya había montado en canoa antes (hice el clásico descenso del Sella) pero esta fue una experiencia totalmente distinta, ya que accedimos a una zona donde atravesamos una vegetación muy frondosa… ¡Parecía que estábamos en el Amazonas! Por razones obvias, dejé la cámara en la orilla y no tengo fotos de esta parte de la aventura, pero Diego la capturó de una forma espléndida en su vídeo-resumen.

Después de cambiarnos fuimos a tomar un tentempié y nos dirigimos a La Vieja Fábrica, en Alcoba de los Montes, un sitio recomendadísimo donde parar a comer. Probamos todo tipo de manjares como entrantes que sirvieron de antesala a una carne exquisita que te hacías a tu gusto. Además, su propietario Luis, un hombre simpatiquísimo y hospitalario, nos acompañó todo el tiempo para comprobar que todo estaba en su punto.

Todavía nos quedaba la tarde y del azul del agua pasamos al verde de la montaña. Nos acercamos al cauce del Río Estena, uno de los más importantes de los Montes de Toledo, donde dimos un paseo por unos parajes preciosos, poseedores de una riqueza fósil inmensa.

El paseo estaba lleno de rincones mágicos en los que entrabas en contacto de lleno con la naturaleza. Hasta pudimos observar el acechamiento, ataque y retirada de una culebra a un nido de pájaros. Ya cayendo la tarde asistimos a la última etapa del día: Malamoneda, un lugar mágico lleno de leyendas que comienzan con los templarios. Todo lo que nos contó Nacho sobre esta necrópolis lo podéis encontrar en el canal de Youtube de Antonio.

Derrotados volvimos al hotel para una ducha rápida y cenar. Aunque Nacho y compañía nos querían enseñar todo lo posible del parque (¡hay tanto para ver!) la verdad es que estábamos derrotados y pactamos que el día siguiente fuera más light. Dicho y hecho. Visitamos el museo etnográfico de Horcajo de Los Montes, recomendadísimo porque está cargado de historia contada a través de objetos que los propios campesinos traen, y visitamos la parte norte del Parque Nacional de Cabañeros, cuyo núcleo principal es Navalucillos. Hay que decir que nos quedamos con ganas hacer senderismo por la ruta del Barranco del Chorro. Una excusa para volver 🙂

Y finalizamos la aventura como no podía ser de otra manera, comiendo cochinillo en la Casa Rural Huerta de Valdolázaro, otro lugar recomendadísimo para comer. Además de que la comida estaba riquísima, sus propietarios son una gente espléndida y el sitio es precioso.

La llamada de la selva

Este Evento Nomaders en Cabañeros no solamente me descubrió un lugar fantástico casi inexistente para mí (y eso que había estado en casi todos los Parques Naturales) sino un problema bastante grave que muestra cómo, por mucha riqueza natural que exista en un lugar, si todos son impedimentos las cosas no salen. Hay muchas personas que intentan hacer que el Parque crezca pero se ven atados de pies y manos, cuando quiénes tendrían que poner medios para ello no lo hacen.

Como dije anteriormente, en cuanto a riqueza natural Cabañeros no tiene nada que envidiar al resto de Parques Naturales pero sí en instalaciones y servicios, y siguen sin poder hacer nada. Por eso mismo, os animo a todos los amantes de la naturaleza a que vayáis, ya sea por vuestra cuenta o con la ayuda de Cabañeros Turismo que cuentan con agencias especializadas que tienen coches y rutas marcadas, para descubrir una maravilla de la naturaleza, apoyar a esta gente y hacer ver a los que realmente tienen el poder de la toma de decisiones, que es su deber acondicionar el parque para así acoger a más gente.

Evento Nomaders

Tengo que decir que este es mi tercer Evento Nomaders (antes fueron Madrid y Toledo) y tengo que decir que esta gente se supera día a día. Además de ofrecer un servicio magnífico de viajes, con un twitter espectacular, las rutas que componen son geniales y la ilusión y el cuidado con el que lo hacen todo merece ser elogiado. ¡Muchísimas gracias Alfredo y compañía!

Gracias a todos los asistentes por unos días inolvidables en los que acabé con un dolor gigantesco de barriga por no parar de reirme: Rafa (@rafaosuna), Antonio (@blogpocket), Mari Carmen (@mcmartinh), Chiara (@bimbacha), Pepe (@perdomo), Raúl (@jasp), Wendy (@Wendyblues), Alicia (@alivillanueva), Laura (@viajeatardecer), Diego (@viajarcondiego), Haritz (@tokitan), Egoitz(@egocast), Alfredo (@arivela) y Dulce (@aguaqua).

Muchísimas gracias a nuestros anfitriones, Nacho, Mariano, Dionisio y José Angel, por lo que se desvivieron con nosotros y os deseo muchísima suerte con la lucha para que el parque crezca y se mejore, pudiendo contentar a todos los amantes de la naturaleza y mostrar los tesoros que tenéis en Cabañeros al resto del mundo.

Más fotos en este set de Flickr y tres panorámicas (I, II, III)